Boné fue un joven húngaro que salió huyendo de las guerras europeas de principio del siglo XX para quedarse en la Isla de Cuba imantado por la belleza de las mujeres cubanas y los sabores de las frutas tropicales.

Empezó a trabajar como pinche de cocina en los restaurantes habaneros Moishe Pipik y Royal Palm y llegó a ser el chef de varios restaurantes como el Restaurant del Aeropuerto de La Habana, Doña Rosina y El Potin.

Boné, además, fue mi abuelo y en mi infancia, con sus platos me abrió las puertas del mágico mundo de los sabores. Todos nos lamentamos porque nunca nos contó de sus recetas... no entendimos nunca que él quería que las descifráramos saboreándolas, escudriñando y deconstruyendo aquellos platos que en medio de la escasez y las penurias económicas de la Cuba de los años 70 nos inventaba.

Esta es La Cocina de Boné, un espacio para recordar a mi abuelo, inventando y compartiendo los misterios de la cocina.

sábado, 28 de diciembre de 2019


Fusilli a la norma.




Hoy vamos con un clásico de la cocina italiana que se le atribuye a la isla de Sicilia.

Ingredientes


2 berenjenas.
400 g de fusilli.
400 g de salsa de tomate.
200 g de ricotta
Albahaca fresca.
Aceite de oliva extra virgen.
Sal, pizca de azúcar blanca y pimienta negra.

Instrucciones


 Corta las berenjenas en rodajas, añada un poco de sal y déjalas reposar en un colador aproximadamente durante 20 minutos para que drenen y pierdan amargor.
 Vierte generosamente el aceite en el sartén y cocina en él las berenjenas sin que se te lleguen a tostar.  
 Cuando estén cocidas resérvalas sobre papel absorbente.
 Calienta la salsa de tomate, añade una pizca de azúcar y reserva a fuego muy pequeño hasta el momento de servir.
 Cuece el fusilli según las instrucciones del fabricante y sirve inmediatamente.
 Coloca las berenjenas sobre el fusilli y vierte encima la salsa de tomate a gusto de cada comensal.
 Añade a cada plato cucharitas de ricotta y agrega albahaca y pimienta al gusto.
 ¡A la mesa!