Boné fue un joven húngaro que salió huyendo de las guerras europeas de principio del siglo XX para quedarse en la Isla de Cuba imantado por la belleza de las mujeres cubanas y los sabores de las frutas tropicales.

Empezó a trabajar como pinche de cocina en los restaurantes habaneros Moishe Pipik y Royal Palm y llegó a ser el chef de varios restaurantes como el Restaurant del Aeropuerto de La Habana, Doña Rosina y El Potin.

Boné, además, fue mi abuelo y en mi infancia, con sus platos me abrió las puertas del mágico mundo de los sabores. Todos nos lamentamos porque nunca nos contó de sus recetas... no entendimos nunca que él quería que las descifráramos saboreándolas, escudriñando y deconstruyendo aquellos platos que en medio de la escasez y las penurias económicas de la Cuba de los años 70 nos inventaba.

Esta es La Cocina de Boné, un espacio para recordar a mi abuelo, inventando y compartiendo los misterios de la cocina.

domingo, 7 de agosto de 2022

Potaje de frijoles negros a la cubana.

 



1 libra de frijoles negros.

10 tazas de agua.

3 ajíes o pimentones grandes.

½ taza de aceite de oliva extra virgen.

1 cebolla grande.

4 dientes de ajo.

3 cdtas. de sal.

½ cucharadita de pimienta.

¼ cdta. de orégano.

2 clavos de olor.

2 granos de pimienta dulce.

1 hoja de laurel.

2 cdtas. de azúcar blanca.

2 cdas. de aceitunas picadas finamente.


Lave los frijoles y póngalos a remojar con el agua, un ají sin la semilla picado en dos mitades y la hoja de laurel.

Cuando los frijoles estén hidratados póngalos a cocinar en esa misma agua hasta que se ablanden retirando la espuma cada dos o tres minutos. Si usas olla de presión trata de retirar la espuma antes de cerrar la olla.

Cuando se hayan ablandados los frijoles, destape la olla y manténgalos a fuego bajo.

Sofríe la cebolla en el aceite junto al ajo macerado y antes que estos vegetales se quemen agregue una taza de los frijoles cocinados y muévalos constantemente hasta que se hayan dorado, aplástelos bien y cocine por uno o dos minutos minuto a fuego medio vigilando que no se vayan a sobre cocinar o quemar.

Retire del fuego el sofrito con la cebolla, el ajo y los frijoles, añádale la sal, la azúcar y el resto de las especias y páselo por una licuadora o trituradora junto con el caldo de los frijoles. Licúe bien esa mezcla y regrésela a la olla donde se están cociendo los frijoles y el caldo.

Mantenga el potaje cocinándose a fuego bajo por una hora o hasta que alcance el espesor de su gusto.

Ase mientras tanto los dos ajíes o pimentones restantes, quíteles la piel y pique finamente para agregarlos antes de servir los frijoles, junto a las aceitunas y tres cucharadas de aceite de oliva extra virgen.

¡A la mesa!