Ingredientes que utilcé:
- Medio kilogramo de chuletas de puerco sin el hueso. (el hueso consérvenlo para un potaje)
- Dos tazas de arroz.
- Dos cebollas.
- Aceite de Oliva.
- Una cucharada de puré de tomate concentrado.
- Chorrito de vino blanco Marqués de Riscal.
- 250 gramos de maiz en conserva.
- Ajo, comino, colorante alimentario Sazón Goya con Culantro y Achiote y sal.
Pasos que seguí:
- Corté las chuletas en trozos pequeños y con cuatro tazas de agua y 5 dientes de ajos machacados con comino en grano y sal la puse a fuego lento para que vaya soltando la grasa.
- En un sartén aparte sofreí el arroz con un chorrito de aceite de oliva hasta que su color se volvió transparente y agregué el colorante alimentario Goya.
- Agregué al arroz la cebolla que conservaba cocida en el congelador de los preparativos para un plato vasco de chipirones que preparó una amiga en unos días previos. En esencia se trata de cebolla cocida en olla de presión con aceite de oliva durante 15 minutos aproximadamente.
- Cuando la cebolla se había mezclado bien con el arroz agregué el concentrado de tomate, el chorrito de vino y el agua en la que se cocía la carne de puerco.
- Terminé de dorar la carne de puerco y la agregué el arroz.
- Mantuve el arroz en fuego lento hasta que se abrió el grano y agregué los granos de maíz revolviendo suave y constantemente para que el arroz no se pegara ni el grano se rompiera.
Si gustan puede dejar el arroz unos minutos al fuego para comerlo con raspa cubana, o con colón panameño o con socarrat español o como quieran llamarles ustedes a la capa que está en contacto con la sartén y que se tuesta un poco.
Lo acompañé con platanito o banana y adornado con una hojita de perejil.
A la meeeeesaaaaaa!! Cuéntenos como quedó el suyo.